No voy a negarlo, a mí Lori Meyers no me convencen. Su
primer disco me pareció prometedor, el segundo muy digno, pero a partir de
ahí, al margen de alguna canción puntual como “Alta fidelidad”, no han
publicado nada que me interese demasiado. Y este disco no es la excepción. Aunque me he visto obligado a escucharlo más de lo que quisiera porque lo pinchan
frecuentemente en Hoy Empieza Todo, no he encontrado nada que merezca demasiada atención. Reconozco que hay canciones como “Planilandia”, que evoca su primera
etapa, o singles que se dejan escuchar, como “Emborracharme”,
pero poco más… Todo parece confirmar que los granadinos son una de esas bandas que en la carrera por llegar a un público más
amplio acabarán perdiéndose por el camino. Eso sí, a su favor he de decir que su disco
anterior era muchísimo peor y que algunos de sus miembros tocan actualmente en
Grupo de Expertos Solynieve, que no es poco.
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